En la UE, el 85% de los edificios se construyeron antes del año 2000, y tres cuartas partes tienen un bajo rendimiento en eficiencia energética. La renovación, por lo tanto, es clave. La Directiva revisada de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD, por sus siglas en inglés), aprobada en mayo de 2024, es el principal impulsor de las renovaciones con cero emisiones netas en la UE, estableciendo objetivos ambiciosos. Estos incluyen cero emisiones para todos los edificios públicos nuevos a partir de 2026 y todos los edificios nuevos a partir de 2028. La directiva también exige estándares más altos para los edificios existentes, poniendo la iluminación eficiente en el centro.
Para las empresas y los hogares, la actualización de la iluminación ofrece algo más que ahorro de energía. Los beneficios incluyen:
- Menores costes operativos y de mantenimiento a través de sistemas LED más duraderos.
- Mejor calidad y fiabilidad de la iluminación para crear espacios más saludables y confortables.
- Controles inteligentes para que las luces se apaguen cuando las habitaciones están vacías o cuenten con suficiente luz natural.
- Flexibilidad para crear entornos dinámicos que favorezcan la productividad y el bienestar.
La iluminación es una de las infraestructuras más extendidas en cualquier edificio, lo que la convierte en una base ideal para generar información valiosa. Cuando se integran con sensores inteligentes y tecnologías conectadas, los sistemas de iluminación pueden monitorizar todo, desde patrones de ocupación hasta uso de energía y tendencias de actividad.
Estos datos en tiempo real actúan como la red sensorial del edificio, lo que permite a los administradores e instaladores tomar decisiones informadas que impulsan la eficiencia y el ahorro de costes. En definitiva, la iluminación conectada allana el camino para una integración digital más completa de los edificios inteligentes.