La iluminación desempeña un papel fundamental en las instalaciones deportivas modernas, asegurando la experiencia definitiva para deportistas, aficionados y cadenas de televisión. Un solo evento en un gran estadio con capacidad para 70.000 personas puede consumir entre 15.000 y 30.000 kWh de electricidad, de los cuales hasta 5.400 kWh se destinan exclusivamente a la iluminación, debido en gran medida al uso ineficiente de lámparas fluorescentes e incandescentes.
Pensemos en la iluminación LED conectada como el suplente que entra en la segunda parte y transforma por completo el partido. Al cambiar a sistemas LED gestionados de forma centralizada y habilitados para el IoT, las instalaciones pueden reducir drásticamente el consumo eléctrico destinado a la iluminación. Además, también pueden:
- Ajustar los niveles de iluminación de forma dinámica en función de los eventos o la ocupación.
- Programar la iluminación para adaptarse a las distintas actividades.
- Monitorizar el rendimiento de forma remota, reduciendo la necesidad del mantenimiento in situ.
- Crear efectos de iluminación espectaculares que mejoren la experiencia de los aficionados en estadios y otras instalaciones deportivas.