6 de noviembre de 2025
La iluminación LED conectada ofrece una base flexible para desarrollar ecosistemas de ciudades inteligentes.
Puede que las ciudades solo representen el 2% de la superficie terrestre, pero son responsables de consumir el 75% de su energía y producir más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. A medida que las áreas urbanas de todo el mundo siguen creciendo, también lo hace la urgencia de hacerlas más sostenibles, eficientes y habitables.
La iluminación es omnipresente en las ciudades, iluminando carreteras, espacios al aire libre y edificios municipales. Y aunque una sola bombilla consume una cantidad de energía pequeña, si tenemos en cuenta la iluminación de ciudades enteras, el impacto total se vuelve significativo, especialmente si todavía dependen de sistemas de iluminación convencionales e ineficientes.
Cambiar las tecnologías obsoletas por iluminación LED conectada presenta una oportunidad real para que las ciudades liberen los negavatios: el ahorro de energía derivado de una mayor eficiencia energética. De hecho, actualizar la iluminación es una de las formas más rápidas y menos disruptivas de apoyar la acción climática, a la vez que mejora la seguridad energética y sienta las bases para renovaciones más complejas enfocadas en el desarrollo de ciudades inteligentes.




