Las ciudades son las principales responsables de los gases de efecto invernadero, suponen alrededor del 70% de todas las emisiones, pero también representan las mayores oportunidades de cambio.
Los municipios necesitan soluciones viables que puedan aplicarse de forma rápida. La iluminación es una forma fácil y efectiva a la hora de avanzar hacia los objetivos medioambientales y de sostenibilidad, a la vez que se ejerce la responsabilidad fiscal.