29 de agosto de 2022
Cinco medidas energéticas que pueden adoptar los municipios para combatir la excesiva dependencia de los combustibles fósiles, mejorar el ahorro en energía eléctrica y así, contribuir a hacer frente a la actual crisis energética.
Las facturas públicas y de los consumidores se están disparando en toda Europa, lo que somete a los centros de trabajo y los hogares a una gran presión y está sumiendo a muchas personas en la pobreza energética. Al mismo tiempo, los recientes acontecimientos geopolíticos ponen de manifiesto el peligro que supone depender de recursos clave que suministre una sola nación.
En total, alrededor del 25% de la demanda energética de Europa depende de la importación de gas ruso. Solo en 2021, la Unión Europea importó 155.000 millones de metros cúbicos de gas ruso, lo que supone el 45% de todas sus importaciones de gas. Ahora que se han iniciado los boicots en todo el continente, los precios de la energía se están disparando.
Está claro que la región necesita una revolución energética que pueda hacer frente a la actual crisis energética. Los municipios pueden tomar la delantera con un plan integrado de medidas energéticas que incorporen los cinco enfoques siguientes.